Después de dejar a su sucesor, con una aplastante victoria y, a exactamente dos meses de dejar el cargo, el gobernador mexiquense se enfila rumbo a Los Pinos. Sus rivales mientras tanto, están dormidos (PAN) o lo tratan de desprestigiar con argumentos endebles, anacrónicos y sin sentido en el mejor de los casos.
La estrategia del PRI, es venderse como un partido nuevo, renovado y con “experiencia” para gobernar, este argumento parece que ha tenido cierta aceptación, por lo menos en los sectores de los votantes “independientes” de mayor edad, ya que estos ven a los otros partidos como corruptos e ineficaces, mientras que al tricolor lo ven como “corrupto pero eficiente” y ahí están los resultados de las elecciones del 2009 y las de este año que corroboran el “éxito” de la campaña del “nuevo” PRI.
La estrategia del PRI, es venderse como un partido nuevo, renovado y con “experiencia” para gobernar, este argumento parece que ha tenido cierta aceptación, por lo menos en los sectores de los votantes “independientes” de mayor edad, ya que estos ven a los otros partidos como corruptos e ineficaces, mientras que al tricolor lo ven como “corrupto pero eficiente” y ahí están los resultados de las elecciones del 2009 y las de este año que corroboran el “éxito” de la campaña del “nuevo” PRI.
El “viejo” PRI, está casi muerto, y los que quedan, están en el PRD (Muños Ledo, C. Cárdenas y hasta AMLO) o lo apoyan desde el PRI (Manuel Barlet).
Cierto es que, el “nuevo” partido no lo es, o por lo menos no del todo y menos aquellos que dicen serlo, el PRI mexiquense, en el pasado proceso electoral, mostro las viejas artimañas del “viejo” PRI, demostró su lado autoritario al aprobar, gracias a su mayoría en el Congreso local, la llamada “Ley Peña”, que anula la posibilidad de coaliciones de partidos con un mismo candidato.
Mostró la cara del populismo, igual que el PRD en el D.F., los acarreados, la matraca, la torta de queso de puerco y el chesco, se hicieron presentes en todos y cada uno de los actos de campaña en el Estado de México.
Mostró la cara del populismo, igual que el PRD en el D.F., los acarreados, la matraca, la torta de queso de puerco y el chesco, se hicieron presentes en todos y cada uno de los actos de campaña en el Estado de México.
La copra de votos, las “movilizaciones” (eufemismo de acarreados) el día de la elección, la entrega de despensas y un largo etcétera también estuvieron ahí.
La vieja tradición del “tapadismo”, del postulado revolucionario incrustado en el ADN de los priístas de, “el que se mueve, no sale en la foto”, de la sumisión absoluta al líder, para así sacar un “candidato de unidad” (otro eufemismo, éste para no usar la palabra dedazo); había 5 posibles candidatos, todos callados hasta que su jefe, después de deshojar la margarita se decidiera por uno, Peña opto por Ávila y la historia la conocemos todos.
Así pues, el gelboy mexiquense, se enfila sin problemas hacia Los Pinos, todo depende de que tan bien administre la ventaja que lleva en las encuestas, si no se confía, sino le pasara lo mismo que al mesías de Macuspana hace seis años.
Así pues, el gelboy mexiquense, se enfila sin problemas hacia Los Pinos, todo depende de que tan bien administre la ventaja que lleva en las encuestas, si no se confía, sino le pasara lo mismo que al mesías de Macuspana hace seis años.
Y claro también depende de que hagan o dejen de hacer su rivales: por un lado tenemos al PAN, que dice esperara “los tiempos”, pues si los sigue esperando se le va a ir el tren y ese ya no regresa hasta dentro de 6 años; en sintonía con el discurso perredista dicen que si regresa el PRI, con él vendrán los tiempos de crisis y autoritarismo.
Mientras tanto el PRD, usa el discurso del miedo, el mismo que en 2006 usaron contra ellos, sólo que no dicen que el PRI sea un “peligro para México”, ahora ellos dicen que si el PRI gana las elecciones, “sería como el regreso de Santa Anna” (AMLO dixit).
El peje y el PAN tal vez ignoran o no se quiere dar cuenta de que quienes tienen el voto decisivo, son (somos kimosabi) el sector de la población de entre 18 y 25 años que no nos identificamos con algún partido.
Mientras tanto el PRD, usa el discurso del miedo, el mismo que en 2006 usaron contra ellos, sólo que no dicen que el PRI sea un “peligro para México”, ahora ellos dicen que si el PRI gana las elecciones, “sería como el regreso de Santa Anna” (AMLO dixit).
El peje y el PAN tal vez ignoran o no se quiere dar cuenta de que quienes tienen el voto decisivo, son (somos kimosabi) el sector de la población de entre 18 y 25 años que no nos identificamos con algún partido.
Nosotros, por más libros que leamos, y por más historias que nos cuenten sobre los tiempos del autoritarismo priísta, no podremos entender a cabalidad lo que eso significa, simplemente por una razón: no lo vivimos.
Lo que a nosotros nos importa, es qué nos pueden ofrecer, en empleo, educación, seguridad, etc., no si viene el coco, el “viejo” PRI o Santa Anna, nos importa el futuro, qué proponen, y por lo que se ve, ni el PRD ni el PAN lo entienden.
Que no se digan sorprendidos si pierden, que tampoco chillen y digan que fue fraude, que las televisoras, que la mafia, que los potentados, o que el “pueblo bueno” esta “anestesiado”, si no ven hacia el futuro, si no proponen, no chillen.
Que no se digan sorprendidos si pierden, que tampoco chillen y digan que fue fraude, que las televisoras, que la mafia, que los potentados, o que el “pueblo bueno” esta “anestesiado”, si no ven hacia el futuro, si no proponen, no chillen.