Comer fuera

Vivir, estudiar o trabajar en la Ciudad de México implica comer, cuando menos, una vez fuera de casa, lo que a su vez, degenera en una mala alimentación.

Los chilangos tienen poco tiempo para comer, y en general para hacer cualquier cosa. Basta con cumplir los requerimientos calóricos diarios, y que la comida se algo abundante para engañar al estomago y aguantar varias horas más sin un respiro.

Es por eso que, lo que te viene siendo los puestos de garnachas, carritos de comida, las fondas o eso que se conoce como “Cocinas Económicas”, abundan en la ciudad. Sin olvidar esos coches (combis y autos compactos) que se convierten en puestos de tacos de guisado, ahí tienen el tradicional de huevo con arroz, el de salchichas, el de mole con pollo…que sin preocuparse más que por la gasolina (que ya no es poca cosa) recorren toda la urbe.

Pero lo que sea de cada quien, muy apresurados, muy mal nutridos, pero los chilangos tienen su menú según la hora del día.

No se puede empezar el día sin alguno de estos aperitivos: pa’ los que tienen más prisa, una guajolota (torta de tamal), un buen atole, un café (si es del oxxo mejor) y pa’ los que dicen cuidarse, ahí están los cocteles de fruta y los jugos.

Ya para entrada la tarde, que mejor que: lo que caiga, sí, lo que caiga está bien, ya es medio día, y desde la torta de tamal de la mañana, no se ha comido nada, por ahí, a lo mejor, un pedacito de barra de fibra (que sabe a wiskas) que te regalo la compañera que se cuida.

A la hora de la comida las fondas y los puestos de garnachas (gorditas, sopes quesadillas) son los más socorridos.

Ya para la cena, el menú cambia a tacos, hamburguesas, pizzas…

Son reglas no escritas, pero no está chido a las 2 de la tarde echarte unos de pastor, esos son más pa la nochesita, es más cualquier taquero que se respete, no inicia a vender tacos antes de las 6 de la tarde.

Pero comer fuera, implica riesgos, más que sanitarios (el estomago de un chilango es aprueba de casi todo), psicológicos.

Nunca falta, en una fonda, terraza o cualquier espacio al aire libre, que un grupo de “norteños”, atente contra el silencio, la destrucción absoluta del canon musical e imponga, la cursilería, las interrupciones constantes y que, además de todo, nos piden que demos dinero por eso.

“Buenas tardes, damitas, caballeros, disculpen las molestias pero venimos…” frase que en verdad me enoja, y que me predispone a la violencia, que dicho sea de paso, nunca he ejercido.

Con ganas de contestarles “Buenas tardes, caballero, no le disculpo las molestias porque estoy intentando conversar con mi acompañante y sólo tengo una hora que no quiero desperdiciar escuchando cómo tortura usted a los Beatles”.

Pero en lugar de eso, te la dejan caer, cantando un versión bastante pitera de “Let it be”, en una especie de esperanto que definitivamente no es inglés:

“Güen a fan mashel in tains a trovls,moder meiris kom tu miii, güisker guors a güisssson, lerit viiiiiiii”

¿Fútbol vs Política?

Se ha armado una polemiquita, porque se empalman los horarios del juego de vuelta de los cuartos de final, Monarcas vs Tigres y el debate de los candidatos a la Presidencia.

Ya salieron a desgarrarse las vestiduras los de siempre a decir #QueremosDebateNoFutbol.

1.- Pues igual y empatan en rating porque ambos, prometedores, prometedores, lo que se dice prometedores no pintan.

2.- Es una actitud paternalista pedir que se quite el partido para no afectar el debate, que cada quien decida que quiere ver y punto (eso es el principio de la democracia, tener opciones). Tratar a la sociedad mexicana como niños que se les tiene que decir que ver y que no, me enoja, y además…

3.- …la obligación de un voto informado no es de la FMF, ni de Tv Azteca. Es de nosotros.